Hace 75 años una estrella se desprendió del firmamento y se convirtió en mujer; sus padres la nombraron Judith Mónica. La pequeña estrella acostumbrada al silencio y la calma del inmenso universo, se enfrento a un nuevo mundo lleno de retos y adversidades; pero con dulzura y perseverancia siempre encontró el camino correcto.
Tres cuartos de siglo son tan sólo el comienzo de tu historia; es el amanecer de una vida que ya ha trascendido el tiempo, porque en el corazón de quienes te conocemos eres eterna.
Hoy tu luz brilla más fuerte que nunca porque se ve reflejada en nuestras vidas, hoy solo puede haber sonrisas porque celebramos un año más a tu lado.
¡Felicidades abuela!
Familia Sta. Mónica